Al alquilar una vivienda se puede dar el caso de que esta tenga ya los suministros dados de alta o no. En el primer caso, existen dos opciones:
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Mantener los suministros a nombre del propietario del inmueble y domiciliar los recibos al arrendatario: es una fórmula muy utilizada por los arrendadores, porque la modificación resulta muy sencilla. No obstante, puede plantear algunos inconvenientes importantes.
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Cambiar el titular de los suministros de la vivienda: en este caso, a partir de la modificación, el inquilino figura como el responsable del pago de los suministros. Es la opción más recomendable.
¿Por qué recomendamos hacer el cambio de titularidad de los suministros?
Por una razón evidente: en el caso de que los suministros estén a nombre del titular y el inquilino decida no pagarlos, el responsable final de la deuda será el propietario del inmueble. Es decir, la deuda irá contra él pese a no ser el responsable del impago.
¿Quién gestiona el cambio de titularidad de los suministros?
El inquilino: el mismo inquilino puede hacer los cambios de titularidad poniéndose en contacto con cada compañía suministradora. Tan solo serán necesarios sus datos personales, los del propietario (titular anterior) y los datos del inmueble.