Invertir en una vivienda sigue siendo una manera de obtener ingresos extras. Pero si por cualquier motivo se decide vender el inmueble, si se podrá hacer aun estando la propiedad alquilada.
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), no existen ninguna limitación legal que impida vender un piso con un inquilino. Ahora bien, esto no implica que el arrendatario no tenga sus derechos, es más, le ampara el derecho de adquisición preferente. Que significa, el inquilino podrá adquirir la vivienda en los mismos términos y condiciones que ofrezca el comprador, siempre y cuando no se halla especificado lo contrario en el contrato de alquiler.
Otro derecho es el de retracto, se ejerce después realizar la venta del inmueble. Facilita al inquilino adquirir la vivienda con las condiciones y precio que ha sido vendida a un tercero, es decir, se produciría una subrogación. Esto sucederá cuando el comprador no haya informado de la intención de vender al arrendatario, y cuando haya vendido el piso a un tercero por un precio inferior al ofrecido al inquilino.