Algunos inquilinos prefieren que la cerradura del piso en el que acaban de entrar a vivir se cambie, normalmente porque les preocupa que anteriores inquilinos puedan acceder a la vivienda.
El inquilino tiene derecho a cambiar la cerradura de la vivienda y no tiene obligación de pedir permiso ni informar al propietario del cambio, pero sí que tiene obligación de devolver todos los juegos de llaves en su poder al finalizar el contrato de alquiler.
👉 En cualquier caso, siempre es recomendable que el inquilino informe al propietario de su intención de cambiar la cerradura para mantener una buena relación entre ambas partes.